Recientemente se ha descrito dentro de los trastornos psiquiátricos, que cursa con problemas para dejar de comer una vez satisfecho y además sentirse culpable por ello. Lo han denominado trastorno por atracón.
Se trata de una conducta que se está extendiendo cada vez más por la población mundial y que consiste en no poder para de comer, terminando con una ingesta excesiva; a diferencia de la bulimia, no se provoca el vómito, sino que se produce un sentimiento de culpa y de odio hacia nosotros mismos. Para distinguir lo normal de este problema, la directora asociada del programa para la Obesidad, Peso e Investigación Alimentaria de la Universidad de Yale, Robin M. Masheb, escribió un artículo dónde aclara qué es un atracón y qué es el trastorno por atracón. El punto de inflexión se encuentra en la periodicidad de las comilonas, que deben ocurrir una vez a la semana, por lo menos, y extenderse a dos horas, un mínimo de tres meses. Aquí podéis leer el artículo completo.
A pesar de que la obesidad es una de las consecuencias de sufrir este desorden alimenticio, el trastorno por atracón no se limita solo a personas con sobrepeso, sino también a personas con un peso normal. Viven este proceso con depresión y autocrítica constante. No se conocen todavía cuáles son los determinantes que generan este trastorno, pero se habla de ciertas conductas que pueden alertar de un inminente problema.
- Comer sorprendentes cantidades de alimento
- Seguir comiendo a pesar de sentirse satisfecho
- Devorar la comida rápidamente en los atracones
- Consumir comida sin compañía
- Sentir que este comportamiento está fuera de control
- Sentirse depresivo
- Ponerse frecuentemente a dieta, intención que no tiene éxito
El tratamiento que podemos dar a este trastorno lo facilita la psicóloga Mariana Álvarez en su blog y que podemos empezar por otorgar un tiempo amplio para comer, disfrutando y saboreando cada bocado.
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