Las impresoras 3D aparecieron en el mercado hace ya treinta años, pero no fue hasta hace muy poco tiempo que investigadores consiguieron producirlas a un bajo coste. Por este motivo, no hemos podido verlas en industrias y en domicilios particulares. Es ahora cuando la compañía española ha presentado la primera impresora doméstica con el mayor volumen de impresión del mercado.
A simple vista, ésta no parece una noticia muy relacionada con la temática de nuestro blog. Es cierto. Pero el avance en tecnología 3D no se queda ahí, y ahora viene lo bueno. Parece ser que una empresa de Barcelona ha desarrollado una impresora de comida 3D para prepara chocolate, raviolis, panes y cualquier alimento cuya base sea una masa, pasta o un líquido sólido. ¿Es o no es una noticia digna de este blog?
A diferencia de otras impresoras, la desarrollada por la compañía española utiliza seis cápsulas que le permiten elaborar comidas más complejas. Además, y por si fuera poco, tiene integrado un calentador que mantiene la comida caliente durante el proceso de impresión.
La "elaboración" consiste en un glaseado y que también permite decorar postres como tartas y añadir otros diseños complicados a más alimentos. La impresora estará conectada a Internet para que, de este modo, la compañía Natural Machines pueda elaborar una extensa red social, permitiendo publicar y compartir logros y avances en una gran comunidad como es Facebook.
Los principales inconvenientes de esta impresora 3D son el "factor asco", como lo han denominado en The Wall Street Journal, y que es un proceso lento, pero eso si, "más rápido que el método tradicional".
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