Reciclar aceite

¿Cual es el sitio del aceite en el reciclaje? ¿Es sano reutilizarlo después de haberlo utilizado ya un par de veces? En muchos hogares de nuestro país, reutilizar el aceite es una práctica muy común. Y bien, la respuesta es que si se hace de forma correcta, reutilizar el aceite de freír no tiene por qué ser perjudicial para nuestra salud. 

Debemos partir de que el aceite no debe ser reutilizado más de tres veces, sin embargo, si no hay manera de contabilizar los usos, podemos recurrir a otros métodos como la observación. El aceite que se va a reutilizar no es adecuado cuando presenta un olor desagradable, si tiene un color oscuro, si desprende mucho humo o si presenta abundante residuo carbonizado. 

El mejor aceite para freír es el de oliva, y a continuación os explicamos por qué. Al someter el aceite a altas temperaturas, se producen reacciones químicas que hacen que éste pierda algunas de sus propiedades como aporte de vitaminas, cambios en la textura... Además pueden producirse sustancias nocivas como los radicales libres e hidrocarburos. De todas formas, estos cambios dependen del estado del aceite, el tipo de alimento, etc... A partir de un estudio, se establecen cinco fases por las que pasa el aceite en su periodo de utilización: 

• Fase 1: aceite inicial. No presenta productos de degradación ni contaminantes y además no penetra en el alimento. 
• Fase 2: aceite fresco. Se caracteriza por el inicio de hidrólisis. 
• Fase 3: aceite óptimo. La trasmisión de calor es la correcta así como la absorción. 
• Fase 4: aceite degradado. Aparecen sustancias contaminantes y el alimento absorbe una cantidad de aceite mucho mayor. 
• Fase 5: aceite descartado. Aparecen sabores y olores anómalos; se produce a partir de las 10 horas de utilización. 

A raíz de este estudio se concluye que el aceite de oliva es el que soporta mayor tiempo temperaturas elevadas sin alterarse al compararse con un aceite vegetal común. Si queréis saber algunos trucos sobre el aceite, podéis hacerlo en el siguiente enlace. Nuestra salud depende de estos pequeños gestos, y la de nuestro planeta, probablemente también.