Sabemos que el factor genético es bastante condicionante en padecer o no sobrepeso y obesidad, pero el estilo de vida también influye, tanto que realizar cinco comidas al día puede reducir el riesgo en adolescentes predispuestos genéticamente a padecer obesidad.
Un estudio en 4000 personas nacidas en 1986 hasta los 16 años concluyó que el factor genético es el más importante a la hora de padecer o no la enfermedad, pero el riesgo variaba dependiendo de ciertos hábitos: por ejemplo, saltarse el desayuno aumenta el riesgo en comparación con la realización de cinco comidas diarias.
El fraccionamiento dietario puede controlar la expresión de nuestro genotipo ahorrador que nos impulsa a comer más y a escoger más alimentos energéticos al mismo tiempo que almacena más de aquello que ingerimos. Por eso, recuerda no saltear comidas y comer al menos, unas cuatro veces al día.
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