Existen diferentes formas de tipificar la obesidad. Esta vez nos vamos a centrar en la que a simple vista es mas fácil de identificar, por la distribución de la grasa.
La obesidad tipo "manzana" o más concretamente la obesidad Androide/de distribución central-abdominal se refiere a aquella en la que la grasa está distribuida mayoritariamente en cara, tórax y abdomen. Este tipo de obesidad se relaciona más a menudo con diabetes, enfermedades cardiovasculares, dislipemia (alteración en el metabolismo de las grasas y las lipoproteinas, que se caracteriza por un aumento de éstas en la sangre) y consecuentemente mayor riesgo de mortalidad.
Por otra parte está la obesidad tipo "pera", especificamente obesidad Ginoide o periférica, que se caracteriza por una distribución de la grasa en torno a la cadera y los muslos. Esta obesidad conlleva problemas en las articulaciones inferiores, como puede ser artrosis de rodilla, y problemas en el retorno venoso de la sangre, más conocido como varices.
Existe también un tercer tipo de obesidad que aúna a las dos anteriores, la obesidad de tipo homogénea, donde la grasa se distribuye por todo el cuerpo, y por tanto, suma los riesgos de los dos tipos anteriormente explicados.
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