lunes, 28 de octubre de 2013

Mantener la sonrisa depende de tu alimentación

El esmalte dental es una capa que recubre la corona de los dientes y que está formada por hidroxiapatita, el mineral más duro de todo el cuerpo humano, suele ser translúcido y estar compuesto por minerales, entre ellos calcio en forma de fosfatos.
 
Existen una serie de alimentos que dañan esta estructura de las dentaduras; a pesar de que aportan beneficios a nivel general en el organismo son "perjudiciales" para mantener una sonrisa sana y bonita.
 
Las frutas y verduras oscuras tienden a manchar el esmalte, por lo que la recomendación general es que si se consumen estos alimentos de forma muy habitual, se debe lavar los dientes en un período de tiempo lo más corto posible. Dentro de este grupo destacan los productos cítricos como los limones; su condición de ácido pueden erosionar el esmalte porque disuelven las ales de calcio que forman la cubierta de la corona dental.
 
En esta entrada no podían faltar los refrescos azucarados, cuya exposición prolongada puede conducir a la pérdida de esmalte. Estas bebidas poseen un alto contenido de ácido fosfórico, que cubre el diente y lo convierte en el lugar idóneo para la proliferación de caries. Destaca el papel del vino. A pesar de su papel beneficioso como antioxidante para nuestro organismo (vino tinto), también posee un ácido erosivo que potencia las manchas de otros alimentos.
 
 
En esta entrada no puede faltar el café, un placer para muchos y un quebradero de cabeza para otros muchos dentistas. El daño del café en nuestros dientes es estético, y puede afectar al esmalte oscureciéndolo, aunque esto varía en función del individuo y de su esmalte. Por el contrario las personas con una dieta pobre en calcio, por ejemplo, tienen mayor facilidad para que su esmalte resulte dañado.
 
 

Este daño en nuestra sonrisa puede cambiar si nos acostumbramos a limpiar nuestros dientes después de consumir café u otros alimentos que dañen nuestro esmalte dental. A continuación podemos ver cómo podemos minimizar y prevenir el riesgo de dañar nuestro esmalte dental tras las comidas. Prevenir la pérdida de esmalte dental.

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