martes, 22 de octubre de 2013

Las grasas no son todas malas.

Con el paso de los años y el aumento en la investigación se ha conseguido ir desmintiendo distintos mitos en lo que a la nutrición y la salud se refiere. Hoy vamos a hablar de las grasas y si de verdad son tan malas como se cree.

Las grasas podemos dividirlas en insaturadas, saturadas y grasas trans. Estas ultimas son las verdaderamente malas. Son aquellas tratadas químicamente en la industria alimenticia y que consiguen potenciar el sabor y conservar los alimentos con un menor coste que las grasas naturales, las insaturadas y las saturadas.

Los aceites y mantequillas naturales son verdaderamente beneficiosos para nuestra salud. El aceite de oliva siempre ha estado presente ne la dieta mediterránea, conocida por todos por sus beneficios para la salud. Y aunque bien es cierto que en exceso pueden provocar problemas cardiovasculares, si controlamos su consumo y uso en nuestra dieta, podemos lograr una mejora en nuestra salud sin necesidad de eliminarlas por completo.

Las verdaderamente dañinas son las grasas trans, que se encuentran en la mayoría de alimentos tratados químicamente y que actualmente se han consagrado en una gran mayoría de los hogares como habituales. Por eso lo recomendable es reducir al máximo la ingesta de estos alimentos y buscar alternativas que no contengan estas grasas.

Desde este blog queremos eliminar la etiqueta de "dañinas" de las grasas en general y os recomendamos leer las etiquetas de los productos que conseguimos a diario para controlar verdaderamente lo dañino y lo que por naturaleza no lo es.

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